El Profesor y el país

Por David Silva Escalante

El profesor presidente, debe salir y dar un mensaje a la nación y aclarar, hacia donde quiere llevar al país.

Debe salir y declarar públicamente que ordenara que ningún miembro de Perú Libre, ni de su gabinete hablara sobre la asamblea constituyente y así crear un clima de confianza para la inversión privada nacional y extranjera.

Debe salir y declarar que tratara de convencer a los inversionistas mineros que sus proyectos que han aprobado todas las exigencias de la ley, son unos 70 mil millones de dólares, van a ser apoyados por el gobierno.

Debe salir y tratar de convencer y hacerlo, que deslinda con el sentenciado por corrupto, Vladimir Cerrón, alias niño.

Debe decirle al país que el gabinete torres no va más y que llamara a personas de prestigio y sin prontuario para conformar un nuevo gabinete.

Debe eliminar de su entorno a todos sus sobrinos y amigotes y conseguir asesores expertos en diversos temas, que sabemos el desconoce.

Debe salir y trazar las líneas de inversión y las obras a nivel nacional que hará su gobierno.

Ejemplo el tren de la costa cuyo expediente técnico figura en el MTC y está listo para empezar las obras.

Pero si persiste en su afán de conseguirse un rival a quien golpear, como el congreso, que no pisa el palito, como la prensa que algunos como que quiere y no se animan abiertamente a apoyarlo y otros destapan todos los negociados y los contubernios que hace tan torpe y descaradamente, si sigue poniendo ministros cuestionados y sin experiencia en sus carteras, el repudio del pueblo ira en aumento y llegara el momento en que su presencia en cualquier lugar será en medio de gritos y pifias, pidiendo su renuncia.

Lamentablemente, el profesor no podrá soportar 4 años con su desaprobación en aumento y terminara, tal vez, en la cárcel y los que lo rodean hoy, con los bolsillos llenos, producto de sus robos al pueblo.

Que tal equivocación del pueblo, fue elegir a alguien tan elemental y con cero experiencia en gestión y lo peor con la tozudez de la ignorancia.

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