Tingo María en crisis: abandono de obras en el aeropuerto y retrasos en remodelación de la Plaza de Armas

Tingo María.- conocida como la “Puerta de la Amazonía”, vive hoy una de sus etapas más delicadas en términos de infraestructura pública y planificación urbana. Dos casos emblemáticos se han convertido en símbolos del desgaste institucional y de una gestión regional cuestionada por su falta de resultados y fiscalización efectiva.

Remodelación inconclusa de la Plaza de Armas

El primero de estos casos es la frustrada entrega del primer sector de la remodelada Alameda Perú, parte del proyecto de mejora de la Plaza de Armas de la ciudad. La obra, que debió ser entregada recientemente, se encuentra aún inconclusa debido a una serie de observaciones técnicas detectadas en la inspección previa.

José Medina Vargas, subgerente de Obras del Gobierno Regional de Huánuco, confirmó que el Consorcio encargado de la ejecución debe subsanar deficiencias estructurales y de acabados, entre ellas veredas sin terminar, falta de luminarias públicas y errores en el sistema de drenaje. La obra, que había generado expectativas entre los vecinos por su potencial turístico y comercial, hoy permanece cerrada al público, sin una fecha clara de entrega.

Además, la situación se complica porque la Contraloría General de la República ha iniciado un proceso de verificación ante la posibilidad de irregularidades administrativas y contractuales. Las denuncias ciudadanas apuntan a presuntos pagos adelantados sin sustento técnico y una supervisión laxa por parte del gobierno regional.

Escándalo en el aeropuerto local

El segundo foco de crisis afecta directamente a la conectividad aérea y al desarrollo económico de la ciudad. Se trata del abandono de las obras de mantenimiento en el aeropuerto de Tingo María, a cargo del Consorcio Río Huallaga. La empresa, según autoridades, dejó los trabajos sin explicación, pese a haber recibido adelantos económicos y contar con los materiales necesarios para avanzar.

Las obras paralizadas incluían el mantenimiento del área de movimiento de aeronaves —fundamental para la operación segura del terminal aéreo— y la defensa ribereña que protege la infraestructura de posibles desbordes del río Huallaga. La situación ha sido calificada como “indignante” por el propio gobernador regional, quien no dudó en tildar a la empresa de “sinvergüenza” durante una conferencia pública.

El mayor riesgo ahora es la posible afectación del asfaltado de la pista de aterrizaje, una obra valorizada en más de 18 millones de soles, que representa un salto estratégico para permitir el aterrizaje de aeronaves de mayor tonelaje y facilitar el ingreso de vuelos comerciales regulares. Esto no solo impacta al turismo, sino también al comercio y a la inversión privada en la zona.

Un nuevo consorcio, pero la desconfianza persiste

Ante el abandono, el gobierno regional adjudicó la continuación del asfaltado al Consorcio Cordillera Azul, el cual se comprometió a aplicar tecnología de última generación para garantizar una vida útil mínima de 20 años a la pista. Si bien el reinicio de los trabajos ha generado cierta esperanza, la falta de transparencia, los cambios constantes de contratistas y la desconfianza ciudadana hacen que el proceso sea seguido con creciente escepticismo.

Fuente: Tingo María Noticias 

 

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