Noche complicada

Real Madrid pierde solidez en partidos decisivos frente a gigantes

Los blancos acumulan derrotas recientes que revelan fragilidad en duelos exigentes.

Madrid, España.- El Real Madrid atraviesa un momento de cuestionamientos tras acumular una serie de resultados adversos en los escenarios que más lo han definido a lo largo de su historia. El equipo dirigido por Xabi Alonso no logra sostener su tradicional condición de invencible en los llamados partidos grandes, donde en los últimos meses ha mostrado fisuras tanto en lo futbolístico como en lo anímico.

La derrota más reciente, un doloroso 5-0 frente al Atlético de Madrid en el Metropolitano, puso en evidencia un patrón que ya se había repetido. El año pasado, el cuadro blanco sufrió goleadas contra el PSG y nuevamente ante el propio Atlético. La estadística es contundente: en los últimos 18 partidos de máxima exigencia, el Madrid solo ha logrado seis victorias, una cifra muy lejana a la que solía sostener en épocas de dominio.

Los números hablan por sí solos. Frente al Barcelona, los blancos acumulan cuatro derrotas consecutivas, mientras que ante el Atlético solo pudieron festejar una vez en sus cinco duelos más recientes. En la Champions League, el panorama no mejora: derrotas frente a Liverpool, Milan y doble caída en la eliminación contra el Arsenal en cuartos de final. Incluso en el Mundial de Clubes, el PSG los superó ampliamente, confirmando que el club ya no intimida en las grandes citas.

Aun así, hubo momentos de alivio. La doble victoria frente al Manchester City en el playoff de Champions y la clasificación ante el Atlético por penales en octavos representan los pocos destellos de un equipo que parece haber perdido su mística en escenarios decisivos. Sin embargo, esas alegrías resultan insuficientes frente a la magnitud de las derrotas acumuladas.

El problema no reside únicamente en los resultados, sino también en la forma de perder. Contra el PSG, el equipo fue arrollado físicamente; frente al Barcelona, desnudado táctica y emocionalmente; y en el derbi, desbordado en todas las facetas del juego. En la zaga se repiten los desajustes, en el mediocampo falta coordinación, y la presión adelantada pierde eficacia, lo que provoca que figuras como Jude Bellingham queden diluidas en partidos clave.

En lo anímico, el Madrid tampoco muestra la fortaleza que lo caracterizaba. Antes, la presión era combustible; hoy, los golpes lo hunden. Ejemplo claro fue la segunda mitad contra el Atlético: el equipo desapareció tras encajar el tercer gol, incapaz de reaccionar con la determinación que lo distinguía.

El desafío para Xabi Alonso es enorme: devolver al Real Madrid la fiabilidad en defensa, la solidez en el mediocampo y la contundencia en ataque. Pero, sobre todo, recuperar ese carácter competitivo que convirtió al club en leyenda. Porque ganar partidos grandes no depende solo del talento, sino de la convicción de ser superior cuando todo parece perdido.

Fuente: Marca