Selección Peruana rumbo al 2030
FPF evalúa que Perú juegue de local en el Cusco
La federación analiza aprovechar la altura del Inca Garcilaso de la Vega para sumar ventaja en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2030.

Lima.- El irregular desempeño de la Selección Peruana en las actuales Eliminatorias al Mundial 2026 ha llevado a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) a replantear su estrategia de cara al próximo proceso clasificatorio. Una de las principales opciones en evaluación es que la “Blanquirroja” dispute sus partidos de local en el Estadio Inca Garcilaso de la Vega del Cusco, ubicado a 3.400 metros sobre el nivel del mar y con una capacidad para 45.000 espectadores.
El cambio responde a la necesidad de evitar repetir los malos resultados de los últimos años. Tras la salida de Ricardo Gareca, la selección fue dirigida primero por Juan Reynoso, quien sumó números decepcionantes: 14 partidos con apenas 4 victorias, 3 empates y 7 derrotas, además de una producción ofensiva casi nula.
El relevo fue tomado por Jorge Fossati, pero los resultados tampoco convencieron. El técnico uruguayo solo logró una victoria en las Eliminatorias (1-0 frente a Uruguay en octubre de 2024), acumulando 13 partidos con balance de 1 triunfo, 4 empates y 5 derrotas. En la Copa América, Perú quedó eliminado en la fase de grupos, mostrando nuevamente grandes falencias ofensivas.
En este contexto, la FPF busca una alternativa que ofrezca mayores garantías de cara al camino hacia el Mundial 2030. La propuesta de jugar en el Cusco apunta a replicar el modelo de Bolivia, que tradicionalmente ha sacado provecho de la altura en la ciudad de La Paz (El Alto, 4.100 m.s.n.m.), donde muchos rivales suelen llegar en desventaja física.
El plan contemplaría un programa de aclimatación especial para que los futbolistas peruanos no sufran los efectos de la altura y, por el contrario, conviertan el factor geográfico en un aliado estratégico. Para ello, se retomarían trabajos similares a los realizados en la era Sergio Markarián y en las campañas de preparación de Ricardo Gareca, cuando se entrenó en la altura con miras a los duelos contra Bolivia.
Otra opción que ha surgido en las últimas semanas es alternar sedes entre Cusco y Arequipa, de modo que la selección no quede condicionada únicamente a un escenario y pueda diversificar su localía según las necesidades del fixture.
La decisión final dependerá de la comisión deportiva de la FPF y del próximo comando técnico que asuma el reto de liderar la selección rumbo al 2030. Por ahora, Óscar Ibáñez cerrará este proceso eliminatorio, aunque no continuará en el cargo para los amistosos programados en octubre y noviembre frente a Chile y Rusia.
El proyecto aún está en evaluación, pero de concretarse, marcaría un cambio trascendental en la manera en que Perú afronta los partidos en casa. La altura del Cusco podría convertirse en la carta estratégica que permita a la selección recuperar protagonismo y volver a soñar con un Mundial.
Fuente: Rpp
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